Auckland Guía de viaje
Acerca de Auckland
Hay un viejo chiste que dice que los recién llegados a Nueva Zelanda se encontrarán con una reacreacion idílica de la Inglaterra de los años 50, un lugar donde la gente no cierra la puerta con llave y las mujeres ataviadas con un delantal hornean tartas de manzana cada domingo. Aunque la cursilería de tener un aeropuerto hecho a mano perpetúe este cliché, prepárese para recibir la bofetada de la audaz y rabiosamente actual ciudad de Auckland. Esta urbe rebosa vida, desde el vibrante bullicio de los muelles (no sin razón es conocida como la "Ciudad de las velas") pasando por el ajetreado y siempre creciente centro, a los característicos barrios periféricos y memorables playas. Puede que Auckland no sea la capital de Nueva Zelanda (distinción que posee Wellington) pero eso no le quita valía. Es la ciudad más importante del país y junto con Christchurch en la isla del Sur, la puerta de entrada más importante a los placeres que ofrece este diverso y bello país.
Sólo a 300 km (190 millas) de la punta norte de la isla del Norte, Auckland se extiende sobre un estrecho istmo y las zonas de la ciudad se esparcen por bahías y puertos de diferentes tamaños. Alredededor de la ciudad hay numerosas colinas, restos de la erupción de 48 volcanes que dio lugar al istmo hace aproximadamente 50.000 años. Entre los puertos de Waitemata y Manukau la corteza terrestre es muy fina y cada miles de años el magma brota por las fisuras de la superficie para formar más volcanes -los últimos, creados hace unos seiscientos años, formaron la isla de Rangitoto para la consternación de la colonia maorí asentada en la cercana isla de Motutapu.
Hoy en día se piensa que hace más de 1.000 años llegó a Nueva Zelanda la primera de las muchas olas de emigrantes polinesios, en canoas de doble casco para cazar y cultivar en las fértiles tierras volcánicas. Fácilmente defensibles y abundantes, estas tierras estaban cubiertas de una tierra fértil y cultivable que pronto dio sus frutos. Sin embargo, tras la llegada de los europeos en la década de 1820, la población maorí se vio diezmada debido a la introducción de armas de fuego, que aumentó los enfretamientos entre las tribus, y a las enfermedades propias del viejo continente. En 1840 los británicos adquirieron tierras de la tribu maorí a cambio de 55 libras y algunas mantas. Auckland se proclamó como capital de Nueva Zelanda hasta que en 1865 dicha distinción pasó a la ciudad de Wellington.
Junto con los puertos y las tierras fértiles, otro atractivo de la ciudad es su clima templado; Su ubicación junto al mar hace que los veranos no sean especialmente cálidos, ni los inviernos muy fríos. A veces se producen heladas durante el invierno (de junio a agosto) pero en pocas ocasiones son fuertes. En el verano las temperaturas oscilan los 20ºC (más de 70ºF) Naturalmente este clima hace que el estilo de vida discurra al aire libre de forma sana y hedonista. Aunque los datos varían, se dice que en Auckland hay más barcos per capita que en cualquier otra ciudad del mundo. Hay más de 500 km (310 millas) de senderos para caminar dentro del área metropolitana de Auckland así como 22 parques frondosos. Pero cuando los habitantes quieren escapar de la ciudad, se dirigen a las islas costeras de Hauraki Gulf, a la península Coromandel o recorren la costa hacia el norte hacia uno de los puntos más bellos de la costa nacional: Bay of Islands.
Los barcos que van a las islas zarpan del puerto de ferries, una parte del puerto de Auckland, que fue recuperada y revitalizada con motivo de la celebración de la Copa América en el año 2000 y para albergar el trofeo Louis Vuitton en 2003. Un poco más al este se encuentra Queen Elizabeth II Square, al sur de ésta se ubica Queen Street, la calle principal de la ciudad, enclave del impresionante ayuntamiento Auckland Town Hall. Queen Street se estrecha hasta Karangahape Road, conocida popularmente como K Road. Entre K Road y los muelles se encuentra el corazón de la ciudad. Hacia el sureste está el sofisticado barrio de Parnell, donde se encuentra el Auckland Museum y el Auckland Domain Park, mientras al noroeste del centro está Herne Bay y Ponsonby, zonas de moda llenas de bares y cafeterías.
Gracias a la prosperidad económica del lugar, el estilo de vida tiene un carácter hedonista y discurre al aire libre; el turismo es una de las industrias principales y está experimentando un rápido crecimiento, en especial a partir del estreno y posterior éxito de la trilogía de El señor de los anillos. Rodada en Nueva Zelanda, estas películas tuvieron una repercusilón muy positiva en los sectores económicos y financieros de la ciudad y han hecho de Auckland una ciudad florenciente, por no decir florecida.