Cosas que ver en Sydney

Centennial Park es una zona verde al estilo europeo, con jardines cuidados, estatuas, monumentos históricos, casas, estenques, jardines más formales, áreas de vida salvaje y grandes avenidas. Hay también un restaurante, una cafetería y otras instalaciones.

En abril de 1966, el arquitecto de la Ópera de Sydney, Jørn Utzon, abandonó Australia para nunca volver. Dejó a medias su grandiosa visión arquitectónica debido a las interminables discusiones con el gobierno estatal por los costes del proyecto. Por eso, el complejo interior, con auditorios, teatros, restaurantes y bares se completó más tarde por otros arquitectos. A pesar de sus polémico origen, el edificio se convirtió instantáneamente en símbolo mundial tras su inauguración en 1973. Utzon nunca ha llegado a ver el edificio terminado pero colaboró en la reforma de 70 millones para convertir el interior en su visión original- incluyendo un tapiz de 14 metros que se instaló en septiembre de 2004. Los cuatro auditorios principales (el Concert Hall, el Playhouse, el Opera Theatre y el Drama Theatre) acogen un total de 3.000 actuaciones cada año.

Todos los días (09.00-17.00, visitas); lunes-sábado (09.00-20.30, taquilla), más dos horas antes del show de los domingos.

De pago.

Sin ningún tipo de complejo de inferioridad por la imponente grandeza de la Ópera, el Puente de Sydney se erige como toda una obra genial de ingeniería que es. Cariñosamente conocido como  ‘the Coathanger' (el perchero), el Puente de Sydney necesitó de la mano de obra de 1.400 obreros (16 de ellos murieron en el proceso) que tardaron ocho años en construir el puente que se inauguró en 1932. Si las vistas desde Pylon Lookout sobre el Puerto de Sydney y la Ópera no son lo suficientemente espectaculares para usted, las que le ofrece la cima del puente no le decepcionarán. Bridge Climb le brinda la oportunidad de caminar hasta la cumbre del puente (sobre el tráfico que fluye debajo) y cruzar hasta la otra parte de éste. Paul “Cocodrilo Dundee” Hogan fue uno de los primeros en escalar el puente. 

Diario 07.00-20.00

De pago

Bondi es una de las mejores playas del mundo. Se encuentra a tan sólo 15 minutos del centro de la ciudad y es toda una extensión de arena blanca entre dos protuberancias rocosas. El ambiente del paseo marítimo, con sus músicos callejeros, sus tiendas de surf y bares es ideal para pasear por la noche o visitar alguno de los restaurantes y cafeterías o el mercado de los domingos de Campbell Parade. Se aconseja a los bañistas permanecer por las zonas vigiladas de North Bondi o Bondi Baths. El paseo por la costa le lleva a experimentar todo tipo de escenas de playa, desde los surfistas y los cuerpos bronceados en Tarnarama hasta las palmeras de Bronte y las piscinas naturales en Coogee.

La residencia más codiciada de Sydney está poblada no por las clases sociales más altas, si no por una colección de focas, leopardos albinos, koalas, canguros y ualabíes. Situado sobre tierra elevada, a lo largo de la línea costera, el Zoo Taronga goza de uno de los enclaves más bellos sobre el puerto (en Bradley's Head, en Mosman).

El zoo es el hogar de más de 350 especies de animales, que van desde los más prehistóricos como los elefantes, gorilas, jirafas, orangutanes, etc., hasta los ejemplares menos comunes como el ornitorrinco (de apariencia tan extraña que los primeros habitantes creyeron que era una burla por parte de alguien) y el echidna. Se organizan charlas y espectáculos durante todo el día, y el sky safari (pequeños teleféricos que van por todo el zoo para dar una vista panorámica del lugar) es extremadamente popular.

Todos los días (09.00-17.00).

De pago.