Melbourne Guía de viaje
Acerca de Melbourne
Melbourne es una vibrante y cosmopolita ciudad situada en la majestuosa bahía de Port Phillip. La creencia de sus habitantes de que es "la mejor ciudad del mundo para vivir" puede chocar con la opinión de sus rivales de Sydney, pero pocos pueden negar el hecho de que se trata de un lugar fascinante para vivir. De hecho, la rivalidad tradicional entre Melbourne y Sydney, que abarca todas las esferas de la vida, desde los negocios hasta el deporte pasando por la cultura, ha hecho que la ciudad se esfuerce por ser un lugar dinámico que busca ser la mejor en todo.
Melbourne está situado a ambos lados del río Yarra, en una zona habitada por aborígenes durante miles de años. La vía fluvial atrajo a los colonos británicos, que fundaron el asentamiento de Port Phillip de la Colonia de Nueva Gales del Sur en 1835. En 1851, se creó una colonia separada de Nueva Gales que recibió el nombre de Victoria y la ciudad fue llamada Melbourne en honor el Primer Ministro británico, Lord Melbourne. Ese mismo año se descubrió oro cerca de Ballarat y Bendigo, al oeste de Melbourne, y la consiguiente fiebre del oro convirtió a la ciudad en un poderoso centro financiero y en la primera capital política del país hasta la fundación de Canberra en 1927. Los numerosos jardines y parques proporcionan a la ciudad un ambiente agradable y espacioso. En el perfil de Melbourne se mezclan elegantes agujas con deslumbrantes rascacielos que empequeñecen los elegantes edificios de la era victoriana diseminados por las arboladas calles. Sin embargo, la ciudad se define más por su diversa población que por su arquitectura. La inmigración a finales de la II Guerra Mundial transformó a Melbourne en un próspero crisol cultural de más de tres millones de habitantes, con importantes comunidades italianas, griegas y chinas. De hecho, la inmigración a gran escala ha convertido a Melbourne en la comunidad griega más numerosa fuera de Grecia, mientras que el influjo de otras comunidades como la vietnamita o la libanesa ha contribuido a hacer de la ciudad la capital cultural de Australia. Esta mezcla de culturas ha generado también una ecléctica y vibrante escena teatral, musical, artística y literaria. Otra de las consecuencias es la riqueza de la cocina local, que se sirve en multitud de restaurantes, en lugares como los cafés al aire libre de Crown Promenade, las pizzerias de Carlton, los comedores chinos de Chinatown y las excelentes marisquerías de la zona de moda de St. Kilda Beach, a media hora en tranvía del centro de la ciudad.
Una de los temas preferidos de discusión de los australianos es el tiempo. La ciudad tiene cuatro estaciones, pero el clima suele ser templado y agradable. No obstante, puede llegar a hacer frío durante el invierno y los veranos en ocasiones pueden llegar a ser sofocantes. A veces, en un solo día pueden llegar a darse las cuatro estaciones. Los siempre optimistas habitantes de Melbourne suelen decir que si no te gusta el tiempo, sólo tienes que esperar 10 minutos para que cambie.
Otro popular tema de conversación en el próximo año serán los deportes, ya que la ciudad será la sede de los Juegos de la Commonwealth en 2006. Este será el evento más importante del país desde la Copa Mundial de Rugby.