Praga Ocio y ambiente nocturno

Esta bar-restaurante bajo tierra de techos de ladrillo abovedados reúne a locales cosmopolitas y a turistas que presumen de conocer bien la noche de Praga. No es fácil de encontrar, pero merece mucho la pena. 

Uno de los bares más populares del casco antiguo de la ciudad. Si no te importa tomarte algo abriendo camino entre la multitud, éste es tu lugar. Con un ambiente bastante inernacional, Bombay Bar es un bar estupendo tanto para tomar las primeras copas, o si quisieras acabar tu noche en Praga, ya que cierra entre las 04.00 y las 06.00. Las despedidas de soltero se han prohibido recientemente.

Esta tradicional cervecería checa ha estado en el mismo lugar nada menos que desde 1466 . Aunque ahora es también un hotel, lejos de dejarse tentar por el dinero fácil de los turistas, es fundamentalmente un bar de y para los locales. Magnífica cerveza hecha en el mismo local se vende junto a otras muchas a precio muy razonable. Y es que la cerveza es su mejor y única atracción, con lo que sólo los buenos cerveceros que quieran apreciarla se pasan por aquí.

Otra discoteca con vistas privilegiadas, esta vez gracias al ático de un edificio con vistas a la plaza Wencesalao. Durante el día, se puede tomar un café o comer en el restaurante de la terraza si el tiempo lo permite, pero por la noche se convierte en uno de los locales más cool de la capital checa. Con un decoración cosmopolita, elegante y llena de luces de neón atrae un a clientela similar. Mick Jagger celebró su 60 cumpleaños aquí mismo.

Justo al lado del puente Carlos y con un espectacular terraza con vistas al río Valtva, Klub Lávka es famoso tanto entre los praguenses como entre los turistas. Aunque cuenta con clientela todo el año, es en verano cuando es más popular, ya que se puede disfrutar de la terraza hasta bien entrado el amanecer. Sólo como un aviso: a medida que avanza la noche la música se vuelve más hardcore.

Propiedad de un neoyorkino afincado en la capital checa, el local es todavía uno de los favoritos de la noche en Praga. A pesar que que se ha remodelado recientemente (la pista de baile es ahora más grande y, en general, tiene un aspecto más lujoso), la música sigue siendo la principal razón para venir aquí. Un selecto club de DJ´s pinchan lo mejor del hip-hop, house, R&B e indie rock.

Bily Knonicek se encuentra en un impresionante sótano de un edificio medieval del siglo XII, uno de los más antiguos de Praga. El local ha sabido mezclar a la perfección esta sensación de 'historia' con una decoración moderna y elegante, donde el cristal y la madera de calidad son los protagonistas.

Sala de conciertos, teatro y cine, Palác Akropolis es un complejo cultural bien conocido en Praga. Los mejores grupos de indie, rock, metal o músicas del mundo pasan por aquí si están de gira por la capital checa. Palác Akropolis no es un local para masas, más bien tiene una carácter intimistas y las entradas se agotan muy pronto, tanto para ver a grupos locales como internacionales. Aquí han actuado en los últimos años Marianne Faithful, Megadeath, Sigur Ros o The Strokes.

Abrió por primera vez en los años 50, con lo que se puede decir que es el más antiguo y conocido local de jazz de Praga. A lo largo de todos estos años muchos de los grandes músicos de jazz han pasado por aquí, incluido Bill Clinton (no un maestro del jazz, pero quizá el personaje más conocido) quién tocó el saxofón en este mismo lugar. Hay conciertos en directo todas las noches a partir de las 21.00.

Otro local subterráneo, como ya es habitual en muchos de los mejores lugares para escuchar música en Praga. Ungelt Jazz & Blues Club está bajo un patio justo detrás de la catedral de Tyn, en el casco antiguo de la ciudad. Con un ambiente acogedor y rodeado de bóvedas románicas, lo más probable es que escuches la música desde las callejuelas empedradas mucho antes de que encuentres el local.

Este impresionante edificio neo-renancentista, hogar de la famosa Orquesta Filarmónica Checa desde 1946, es una atracción turística por sí mismo. Antonio Dvorak y Bedrich Smetna se encuentran entre los más famosos compositores checos que han pasado por la Filarmónica. Los checos han crecido con el amor a la música clásica y el Rudolfinum es el teatro perfecto para disfrutarla, sobre todo durante el magnífico repertorio del Festival de Primavera de Praga.