Cosas que ver en Florencia

La elegante iglesia franciscana de Santa Croce ha maravillado a gran cantidad de turistas y se aclama responsable del 'síndrome de Stendhal'. Cuando el escritor francés Stendhal visitó la iglesia sintió una extraña angustia de repente,  acompañada de vértigos, causada por su belleza y aparentemente sigue afectando a, al menos 12 visitantes cada año. Lord Byron dijo sentirse "borracho de belleza" al admirar la iglesia, obra del arquitecto Arnolfo di Cambio, también responsable del Duomo. Su amplia plaza solía ser escenario de torneos, luchas entre animales salvajes y la quema de herejes. Hoy en día está lleno de puestos de souvenirs con miniaturas de David y Vírgenes.

La mayor atracción de su interior gótico es la muerte. Algunos de los mayores talentos de Italia se encuentran allí enterrados (Michelangelo, cuyo cuerpo salió de Roma en una maleta de contrabando, Machiavelli, Galileo, Rossini y Ghiberti). La tumba de Dante permanece vacía, el literato italiano murió en Ravenna y la ciudad se negó a devolver su cadáver, a pesar de los ruegos de los florentinos. Muchas de sus coloridas capillas y sus frescos fueron encargados por los adinerados banqueros con la idea de esconder la penumbra del lugar. Las obras de la Capilla Bardi son algunas de las mejores de Giotto. Fuera, en los silenciosos claustros, se erige una auténtica joya renacentista, la Capilla Pazzi, diseñada por Brunelleschi en 1430. Su diseño puramente geométrico indica la renovada influencia del clasicismo sobre las formas góticas.

Lunes-sábado (09.30-17.30), domingo (13.00-17.30), última admisión 17.00.

De pago

Las maravillosas Capillas Medici fueron construidas por la familia Medici, con el fin de ser sus mausoleos particulares, y su intención era reflejar la inmensa riqueza e influencia de esta familia. La Capilla de los Príncipes está decorada con piedras semi preciosas y obras de arte, y la Nueva Sacristía fue diseñada por Michelangelo. Entrar en las capillas es como entrar en un enorme joyero.

Martes-sábado (08.15-17.00); segundo y cuarto lunes de cada mes (08.15-17.00); primer, tercer y quinto domingo de cada mes (08.15-17.00).

De pago.

La fachada a modo de rayas de cebra de Santa Maria Novella, terminada por Leon Battista Alberti en 1470, es el punto de partida de muchos de los recorridos por Florencia. Situada cerca de la estación de tren de la ciudad (de ahí su nombre), su combinación de elegantes pergaminos, arcos góticos y frontones clásicos, forma una de las fachadas más espectaculares de Florencia.

Al igual que la Santa Croce, Santa Maria Novella (casa de la orden dominicana) era una de las iglesias más importantes de la ciudad. Allí se encuentra el fresco de uno de los mejores pintores sociales de Florencia, Ghirlandaio, y en él se representan las vidas de la Virgen María y San Juan Bautista junto con personajes de la sociedad florentina. Pero la obra más importante de la iglesia es la Trinidad (1427) de Masaccio, un fresco que muestra el ejemplar uso de la perspectiva, que marcó un cambio en la pintura renacentista. Milagrosamente, el muro plano se convierte en una bóveda hueca que expone a Cristo crucificado. Tras la figura de Cristo, dentro de la capilla de Masaccio, Dios demanda a los visitantes el reconocimiento de su sufrimiento.

Lunes-jueves y sábado (09.30-17.00), viernes y domingo (13.00-17.00).

De pago.

Reconstruido por orden de Cosimo de Medici, este convento dominicano fue la residencia de Fra Angelico y del fanático Girolamo Savonarola. El "monje loco" solía predicar maldiciones sobre los florentinos y les obligaba a quemar sus libros y pinturas en la Hoguera de las Vanidades. Savonarola aparece quemándose en la Piazza de la Signoria en una impactante pintura de la Galería Corsini.

Más importantes, sin embargo, son las obras de Fra Angelico, un amable y devoto monje cuyos luminosos frescos (pintados como punto de referencia para las meditaciones de los monjes) adornan cada una de las celdas de los monjes. La profunda convicción religiosa contenida en cada uno de los frescos se enfatiza aún más  con la sencillez de la estancia en la que se encuentran. En la cima de las escaleras se encuentra la pintura más impactante de todas ellas, La Anunciación, una cruda representación del miedo de la joven María y su sorpresa al descubrir que va a ser la Madre de Cristo.

Martes-viernes (08.15-13.50), sábado (08.15.18.50); segundo y cuarto domingo de cada mes (08.15-19.00); primer, tercer y quinto lunes de cada mes (08.15-13.50).

De pago.

Éste es el único puente que consiguió sobrevivir  los bombardeos nazis de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, el famoso puente del siglo XIV está literalmente cubierto de oro (puesto que es la casa de muchos joyeros) y es la principal zona de compras a la que acuden miles de turistas. Fue idea de Cosimo de Medici el cambiar el tipo de negocios del puente, y por eso ordenó a los carniceros que allí trabajaban (tirando los restos de carne al río Arno)  dejar paso a un comercio más elegante.

Sobre las tiendas hay un pasadizo secreto conocido como el Corrodoio Vasariano que une la Galería Uffizi con el Palacio Pitti. Vasari construyó el pasadizo con la idea de proteger a la poderosa familia Medici de la plebe Florentina cuando iban de un palacio a otro. El pasadizo cuenta con varios retratos de los grandes artistas de la ciudad y abrió sus puertas al público en 1997. Para visitar el pasadizo hay que hacer la reserva a través de la oficina de turismo.

El Duomo de Brunelleschi es el más grande jamás construído desde tiempos clásicos. Brunelleschi inventó una manera, completamente nueva, de desafiar la gravedad. Se tardó 150 años en completar la construcción de la catedral. Su fachada original se destruyó siguiendo las órdenes de Ferdinand I en 1587. El Duomo permaneció sin fachada por casi durante 300 años, hasta 1887. Descrito por Ruskin como un 'puzzle chino', el frontal de mármol rosa, blanco y verde cubre un cavernoso interior que carece de decoración alguna. Una vez dentro, la mayoría de los visitantes dirigen sus miradas hacia el cielo, para admirar los frescos de Giorgio Vasari que decoran la cúpula- todo esto antes de subir los 463 escalones para disfrutar de una maravillosa vista de la ciudad.

El Campanile (torre de la campana) se construyó de acuerdo con los diseños de Giotto, en 1334, y fue completada por Andrea Pisano y Francesco Talenti, tras la muerte de su creador. La torre está decorada con dos guirnaldas de frisos que cuelgan alrededor de su rosada fachada. Más arriba, las esculturas de los Profetas y Sybils, talladas por Donatello, vigilan la ciudad. Las piezas originales se encuentran ahora en el Grande Museo dell'Opera del Duomo. Los visitantes pueden subir los 414 escalones hasta el Campanile, para gozar de las maravillosas vistas sobre la plaza, e inspeccionar de cerca el Duomo y la oxidada corona de Brunelleschi, una vez descrita por el arquitecto Alberti como "lo suficientemente grande como para cobijar a toda la gente de la Toscana en su sombra".

La Baptistery, que se encuentra al lado, completa el trío. Ésta proporcionó la inspiración para el Campanile y la fachada del Duomo. Se piensa que originalmente fue un templo pagano, y este edificio octagonal es el más antigüo de Florencia. Es famoso por sus puertas de bronce, en particular las de la parte este, llamadas las Puertas del Paraíso. Realizada por Lorenzo Ghiberti, en un periodo de 27 años, cada uno de los 10 frisos de bronce cuenta una historia del Antigüo Testamento con gran realismo. Actualmente, la mayoría son copias, y los originales se han trasladado al Museo de la Catedral para ser restaurados y preservados. Ghiberti, en un acto de vanidad, plasmó su propia imagen en el marco de la puerta (la cuarta imagen por la izquierda).

Gratis

Cruzando el río, en Oltrarno, se encuentran el Palacio Pitti y los Jardines Boboli. Contruído en 1440 para la adinerada familia Pitti, este monstruoso palacio pretendía hacer la competencia a los omnipotentes Medici. Sin embargo, cuando la fortuna familiar disminuyó, el palacio pasó a manos de sus rivales, los Medici.

Se recomienda ir temprano puesto que el palacio cuenta con gran número de museos y galerías, además de las estancias privadas. La mayoría de los visitantes solamente visitan la Galleria Palatina, que cuenta con muchas de las pinturas de la colección de los Medici. Las obras de Rubens, Titian y Raphael se encuentran en medio de los impresionantes techos pintados y los opulentes muebles. Los museos que allí puede visitar son: Galleria d´Arte Moderna, Galleria del Costume, Museo degli Argenti y Museo delle Porcellane.

Aquellos que no soporten las aglomeraciones de los museos, se pueden dirijir a los Jardines Boboli, refugio de fuentes, grutas y recorridos con árboles frondosos, a los que acuden muchos gatos urbanos y donde se puede disfrutar de un buen picnic.

Lunes cerrado. Consultar con la página web para los horarios de las distintas galerías y de los jardines.

De pago.

 Aunque Florencia ofrece infinidad de ejemplos artísticos, la mayoría de los turistas asocian la ciudad con tan sólo una obra maestra- el David de Michelangelo. La enorme estatua se erige orgullosa en la Accademia Gallery. El artista tenía 29 años cuando esculpió la famosa estatua de tan sólo un bloque de mármol en 1502. Su exagerado tamaño y musculatura representa la recién nacida República que expulsó a los Medici del poder- el "Goliath" de Florencia. En la galería también se pueden encontrar los Esclavos que nunca llegó a terminar Michelangelo, y que parecen cautivos en bloques de mármol, de los que luchan por escapar.

Mar-Dom 0815-1850

De pago

Ésta es una de las colecciones de arte más importantes de Italia y una de las más ricas del mundo. La galería se encuentra en el majestuoso Palacio Uffizi de Vasari y contiene la colección artística de los Medici, legada a Florencia en 1737, con la condición de permanecer siempre en la ciudad. El impresionante conjunto de arte italiano y florentino en particular, está ordenado de manera que ilustra la evolución de las técnicas e ideas que influyeron a los artistas.

La colección es tan grande que es difícil verla toda de una sentada, sin embargo, para aquellos que tienen el tiempo limitado se les aconseja las salas 7-18. Éstas incluyen algunas de las pinturas más grandes de la ciudad: las obras mitológicas de Botticelli, el Nacimiento de Venus y Primavera y la Anunciación de Leonardo Da Vinci. Las primeras salas se concentran en el arte medieval con una inclinación hacia la escuela Sienese, con obras de Duccio, Martini y Giotto. Las últimas salas de la galería contienen los trabajos de las escuelas de Umbria y Venecia (Titian, Tintoretto y Raphael).

Mar-Dom 0815-18.

De pago.