Florencia Guía de viaje
Acerca de Florencia
Florencia es visita obligada para cualquier amante del arte. Según la UNESCO, el 60% de las obras de arte más importantes del mundo se encuentran en Italia, y más de la mitad de ese tanto por ciento están en Florencia. La ciudad se encuentra en el noroeste de Italia, rodeada por las colinas de viñedos de Chianti.
La cúpula de la catedral de Brunelleschi, presidiendo los tejados medievales de la ciudad, puede que sea la imagen más típica de Florencia, aunque todos los edificios de la ciudad dan la impresión de que guardan en su interior una gran obra de arte. Las calles de Florencia son estrechas y oscuras y a cada lado podrás disfrutar de sus palacios de granito, donde se amontonan grupos y grupos de turistas.
Florencia ha sido muchas veces denominada como la cuna del Renacimiento, y lo cierto es que su riqueza proviene principalmente de la Edad Media. El sector financiero (bancos) se convirtió en un gran negocio, al igual que su industria lanera, y en el 1235, Florencia introdujo el florin, la primera moneda de oro considerada como moneda estándar en Europa. Estos banqueros utilizaron sus riquezas para encargar algunas de las obras artísticas y arquitectónicas más bellas de la ciudad. Entre ellas se encuentran las pinturas de Botticelli, las esculturas de Michelangelo y los rústicos palacios de Michelozzo. Por aquella época, la mayoría de la acción tenía lugar entre la Piazza del Duomo y la Piazza della Signoria, el corazón civil de la ciudad. Allí, en el centro histórico, fue donde Dante (el antepasado de la lengua italiana) vio por primera vez a su musa, Beatrice. Allí también fue donde la República de Florencia se levantó y mas tarde cayó. Y allí fue donde ardió la Hoguera de las Vanidades de Savonarola. En 1944, todos los puentes de Florencia, excepto el Ponte Vecchio, fueron destruidos en manos de los nazis, en su intento por parar el avance de los Aliados. En 1966, el río Arno se desbordó e inundó la ciudad, destruyendo así edificios e importantes obras de arte. En 1993, hubo una explosión de bomba cerca de la Galería Uffizi, que arruinó el interior del museo y se cobró la vida de varias víctimas.
Se recomienda evitar los meses de julio y agosto, cuando las temperaturas son bastante altas y la visita a los diferentes museos se convierte en una tortura. La mejor época para visitar Florencia es a principios de otoño, cuando las temperaturas son más suaves, las colas no son tan laragas y se puede disfrutar del paisaje de setas salvajes y de la fragancia del aceite de oliva recién prensado.