Reikiavik Hoteles

Este moderno hotel, que recibe su nombre del conocido código postal de la ciudad, es el primer hotel-boutique de la capital. Se da en él un verdadera historia de amor con el estilo, gracias al énfasis puesto en el diseño (la gran obsesión nacional). Hace buen uso de materiales como el acero, el cristal y los tejidos de texturas suaves. El resultado final es un aire de elegante refinamiento y tranquila comodidad. La planta baja funciona también como galería, donde se exponen los trabajos de artistas autóctonos.

En la plaza ajardinada de Austurvollur, cerca del Ayuntamiento y del Congreso, el inconfundible Hotel Borg es un imponente y, aun así, refinado, edificio de los años 30. Es, sin duda, una de las construcciones emblemáticas de Reikiavik. Ha sido completamente reformado para recuperar su estilo modernista original. Este alojamiento puede alardear de sus 56 habitaciones, exquisitamente acondicionadas (incluidas las siete suites y la suite duplex, Tower Suite, con una impresionante panorámica de la ciudad). Todas cuentan con mobiliario hecho a medida y todas las comodidades, televisión de plasma e internet de banda ancha, entre otras. En las instalaciones se puede encontrar un bar y el restaurante Silfur, altamente valorado por los entendidos, que sirve cocina francesa de primera categoría. El servicio es detallista y las instalaciones soberbias, todo ello hace del Hotel Borg la opción preferida por las celebridades que pasan por la capital islandesa.

Si se busca un alquiler vacacional, esta es una de las mejores opciones de toda la ciudad. Acurrucada en una tranquila calle trasera, Holl Cottage es una encantadora casa de campo construida en 1895, recientemente restaurada y amueblada con antigüedades por sus propietarios, Paun y Sigga Newton (que además son los anfitriones más simpáticos de la ciudad). La casa tiene capacidad para seis personas y es muy cómoda, pero son los pequeños detalles como las flores frescas y las velas en la habitación o la comida preparada en el frigorífico a la llegada los que hacen que el visitante se sienta bienvenido. También hay un jardín en el que relajarse y obras de arte originales en las paredes del salón. Por todo ello, no resulta extraño que los huéspedes vuelvan año tras año.

A un paseo de 20 minutos del centro y muy cerca del aeropuerto y del Complejo Perlan en Öskjuhlíd Hill, este recién restaurado hotel de 220 habitaciones es una opción perfecta para los amantes de la naturaleza y para disfrutar de las maravillas del paisaje islandés, pues está a un paso de varios senderos, perfectos como rutas para caminar, correr o montar en bici, y también de una piscina geotérmica natural. Además, cuenta con restaurante, spa y dos suites.

Con su brillante fachada azul en medio de Laugavegur, el Hotel Fron no pasa desapercibido. A parte de un par de habitaciones, que pueden resultar bastante ruidosas durante el fin de semana, cuando la clientela de los pubes pasa por la calle, la mayoría dan a un patio trasero y son muy tranquilas. Los 90 dormitorios, modernos y bien equipados, tienen baño, cocina, televisión y caja fuerte. También disponen de conexión wifi y reproductores de DVD, que hay que solicitar en recepción. Además, se puede desayunar, comer o cenar en el bistró recientemente inaugurado. En general, se trata de una excelente opción para aquellos viajeros que quieran alojarse en el centro sin arruinarse.

Justo detrás de Hallgrimskirkja, esta casa de huéspedes en el corazón de la ciudad vieja está a un paso de los principales puntos de interés, de las tiendas y de los restaurantes. Las habitaciones son básicas, pero están limpias y el buffet del desayuno está incluido en el precio. Además, cuenta con aparcamiento gratuito y con conexión a internet. Dispone de habitaciones con baño compartido, estudios y apartamentos.