Hamburgo Guía de viaje
Acerca de Hamburgo
Hamburgo es la segunda ciudad más grande de Alemania (tras Berlín) y presenta un aire cosmopolita, un consumismo ostentoso y una oferta cultural propia de una capital del norte de Europa. Se enriqueció gracias a las rutas comerciales de la Liga Hanseática y se asentó como ciudad gracias a unos privilegios comerciales que aún conserva en la actualidad. Y aunque ha sufrido las vicisitudes de la guerra y los cambios de la economía mundial (poco queda de sus archiconocidos astilleros), la ciudad se ha adaptado y ha evolucionado con el paso del tiempo sin perder el mayor activo de la ciudad, el puerto. En los últimos años también se ha atraído a numerosas empresas editoriales alemanas e internacionales, convirtiéndose en un importante centro mediático del país. Culturalmente Hamburgo se acerca más a sus socios comerciales y vecinos de los Países Bajos, Dinamarca o incluso Inglaterra, que al sur de Alemania. Sus gentes tienen fama de modestos, aunque son mundanos y muy amables.
Los visitantes no tendrán ninguna dificultad en desplazarse y orientarse por la ciudad, ya que el centro es muy compacto y el sistema de transporte, excelente. La urbe apenas tiene atracciones emblemáticas, ni icono alguno, con la excepción del barrio rojo de St Pauli, donde los marineros hamburgueses solían pasar su tiempo de descanso. El barrio es un arma de doble filo para la ciudad, aunque en los últimos años la renovación de una parte se ha llevado a buen puerto y en la actualidad el barrio alberga una vida nocturna mucho más respetable sin perder su punto sórdido. Es fácil olvidar que la música (y no sólo el sexo) fue el centro de la movida (incluso los Beatles llegaron a tocar en St Pauli) y durante los fines de semana, la calle Reeperbahn y las zonas de alrededor bullen con actividad. En contraste con la sórdida zona portuaria, Hamburgo tiene una gran zona abierta en el centro de la ciudad, el lago Alster. En caso de visitar la ciudad en verano, se recomienda hacer lo que hacen los lugareños, esto es tomar un barco desde Binnenalster hacia Aussenalster y los parques. En cuestión de minutos se pasa de estar en una urbe gris a un tranquilo mundo de verdes y azules.