Restaurantes en La Habana

Para darte un homenaje sin mirar mucho por la cartera, nada mejor que este clásico y sofisticado "paladar" (restaurante privado). A una manzana del Hotel Nacional, las mesas de la terraza ofrecen unas vistas estupendas y el menú es de lo mejor de la alta cocina habanera. Entre los productos del mar, destacan el pargo rojo y las colas de langosta a la parrilla. Además, en los fogones gustan de dar nuevos enfoques a platos clásicos como los calamares en su tinta o las costillas de cerdo con dátiles; y las recetas vegetarianas son trabajadas con mimo y originalidad. Es aconsejable reservar.

Es uno de los mejores locales privados de La Habana. La Fontana es bar-lounge y restaurante. La cocina es de inspiración europea con los chorizos a la parrilla, el ceviche al perfume de cilantro y el conejo marinado en mostaza como platos estrella. Su carta se especializa en platos que difícilmente pueden saborearse en Cuba. Otro de sus atractivos es su clientela de famosos. La nueva zona de copas, El Edén, es espectacular y da una idea de la sofisticación que está adquiriendo la hostelería en la isla. ¡Ojo!, que el ambiente no empieza a cuajar hasta pasada la una de la madrugada.

Con la relajación de las restricciones sobre restaurantes privados en 2011, la apertura de un comedor de categoría en el corazón de La Habana Vieja era una cuestión de tiempo. Es el caso de Doña Eutimia (votado como uno de los 100 mejores restaurantes del mundo en la revista Newsweek). El menú se compone básicamente de platos de sólida tradición cubana, como el picadillo (ternera picada en salsa de tomate con pasas y aceitunas), banano relleno o el cerdo en modos diversos. No se puede dejar de probar el mojito frappé. Es recomendable reservar.

Este clásico local de Vedado es una verdadera vuelta a los viejos tiempos del servicio exquisito, el pollo o el solomillo de cerdo se degusta al son del piano. No obstante, no solo veteranos con sus familias, también parejas jóvenes en sus primeras citas son habituales de este local, cuyo bar es frecuentado a la hora feliz por figuras conocidas del cine, la televión y la música de Cuba. Su parrillada de mar y tierra para dos por solo 15 pesos es un auténtico festín, del que sabe toda la ciudad.

Todo el servicio está en prácticas y se estrenan en este restaurante de creciente popularidad, así que uno puede estar seguro del trato amable y atento. Ofrecen comidad tradicional cubana en dos zona: exterior verde y frondoso o en el interior de la mansión restaurada, llena de saloncitos privados. Es un restaurante frecuentado por familias cubanas, que suelen pedir shish kebabs a muy buen precio, pizzas o cazuelas de marisco. Al tanto de los nuevos aires que corren por la ciudad, La Vicaría ofrece servicio drive-through para poder recoger los pedidos sin bajarse del coche.

Frecuentado tanto por cubanos como por visitantes, este restaurante con apariencia de caverna justo en frente del Capitolio ha ganado fama por sus abundantes porciones y por su buen precio. El menú es largo y variado, con platos tradicionales, como la ropa vieja, o más internacionales, como los espaguetis o los pescados enteros. La carta de vinos es estupenda y los vegetarianos pueden estar tranquilos con la ensalada del chef (sin ningún tipo de carne). Comprueba la cuenta bien y ten paciencia: las colas para entrar corren rápido.