San Francisco Ocio y ambiente nocturno

Toda una institución en el barrio de SoMa con un nutrido y leal grupo de habituales, este club atrae a los más raros y los más divinos a su animadas y variopintas veladas. Celebran noches retro para fans de la músicas de los 80 y los 90, al igual que actuaciones de solistas y bandas. El local dispone de dos plantas y un personal conocido por su desenfado, acorde con la actitud relajada de la clientela. Las noches de los jueves son especialmente populares.

Este nuevo local del barrio de SoMa está, como su distinguido nombre indica, un peldaño por encima de esos clubs oscuros y calurosos, que, sin embargo, mucha gente adora. Este es más un lugar para ver y ser visto, con una decoración refinada y música electrónica de fondo. Como cabía esperar, atrae a una clientela de guapos y bien vestidos. Las copas arrancan aplausos, al igual que los y las gogós que acompañan a los DJs en la acogedora zona de baile. Perfecto para una noche de relativa sofisticación.

Probablemente el escenario musical con más renombre de todo San Francisco, gracias a su decente historial de legandarios conciertos de rock. Los palcos están muy solicitados, así que conviene reservar con mucha antelación si se quiere conseguir uno. En la programación se incluyen bandas importantes y el local les hace gala, pues cuenta con los medios para que las actuaciones mantengan una magnífica calidad. El gasto de la entrada merece la pena.

Es un local con estilo, original e íntimo. La sala normalmente se decora según el artista que esté en el programa. Se organiza de todo, desde sesiones de tributo, cabaret hasta evocadores conciertos acústicos. El edificio data de los inicios del siglo XX y, a pesar de sus grietas y recovecos, todos los sitios son buenos para tener una buena vista del escenario. Merece la pena subir al piso de arriba para tomarse una copa en un espacio con mucho encanto.

Si lo que te va son las grandes superproducciones de Broadway, entonces, este es tu teatro. Incluso los espectáculos de más éxito ofrecen entradas de última hora, así que acércate temprano si te ha surgido un plan improvisado para la noche, porque los autóctonos forman colas para conseguirlas. El interior tiene el aire decadentista de los años 20 y resulta íntimo. Aun así, tiene un escenario perfecto para los grandes shows. Es perfecto para ponerse al día con ese espectáculo que todo el mundo vio el año pasado en Nueva York.

Situado en el distrito financiero, este histórico centro alberga al Conservatorio Americano de Teatro (ACT), una de las compañías teatrales más grandes del país y ganadora de premios Tony. Además, es conocida por sus arriesgadas puestas en escena de obras clásicas y por sus interesantes indagaciones sobre textos contemporáneos. Aunque el teatro resultó dañado en el terremoto de 1989, ha sido restaurado para devolverle su pasada gloria y ahora está viviendo momentos de gran éxito.