Ciudad del Cabo Guía de viaje
Acerca de Ciudad del Cabo
Situada en una amplia bahía rodeada de playas salvajes de arena blanca y con la majestuosa Table Mountain como telón de fondo, Ciudad del Cabo es una de las ciudades más hermosas del planeta. La ciudad, llamada cariñosamente la Ciudad Madre, constituye el epicentro de la provincia de Western Cape y es sede del parlamento sudafricano. La península sobre la que se asienta (Península del Cabo) fue el hogar original del pueblo nómada de los Khoi durante al menos 30.000 años hasta la llegada de los primeros colonos holandeses. Liderados por Jan van Riebeek, estos marineros de La Compañía Holandesa de Las Indias Orientales colonizaron el emplazamiento sobre el que se asienta la ciudad actual el 6 de abril de 1652. El cabo había sido descubierto en 1488 por el explorador portugués Bartolomeo Díaz, que lo bautizó con el nombre de Cabo Tormentoso. El rey de Portugal Juán II lo rebautizó más tarde con su nombre actual, el Cabo de Buena Esperanza. En 1795, el territorio del cabo pasó a ser una colonia británica y se ampliaron sus fronteras. La ciudad ha sido durante siglos puerto de escala de colonos europeos, comerciantes y refugiados religiosos, así como para esclavos indios, de Madagascar y del sudeste asiático. Todas estas personas se entremezclaron con los pueblos locales de los Khoi y los Xhosa, haciendo de la ciudad un crisol de culturas, religiones, estilos y sabores. En la actualidad, los comerciantes de otros países africanos como Malawi, Zimbabwe, Etiopía y Nigeria siguen acudiendo a Ciudad del Cabo, en especial por la gran afluencia de turistas que recibe todos los años. La ciudad tiene reputación de ser la menos xenófoba y la más acogedora de toda Sudáfrica debido a su gran diversidad y su actitud tolerante. Los habitantes de Ciudad del Cabo están orgullosos del carácter relajado y despreocupado de la ciudad, conocido popularmente como Cape coma (literalmente coma del Cabo) por su enorme diferencia con el frenético ritmo de las ciudades del norte del país.
En las calles de Ciudad del Cabo se habla una gran variedad de idiomas y los puestos de artesanía, comida y telas, se levantan juntos a centros comerciales de estilo norteamericano, boutiques europeas, galerías de arte, hoteles de lujo, albergues de mochileros y los omnipresentes establecimientos de cadenas comerciales. Durante el verano, resulta difícil escapar de la ostentación de los equipos de rodaje - ya sean de cine, de moda, de videos musicales o de anuncios comerciales atraídos a la ciudad por la favorable tasa de cambio, las exóticas localizaciones, las excelentes infraestructuras y la aparentemente interminable disponibilidad de extras y modelos de gran belleza.
Aunque la ciudad está indudablemente en auge, todavía persiste el legado del apartheid. La primera vision que se tiene al llegar desde el aeropuerto es la de los barrios de chabolas o townships, producto de la famosa Group Areas Act (ley de delimitación de zonas), que reservaba las mejores zonas de la ciudad para los blancos. La zona conocida como District Six (antaño habitada por la comunidad mestiza de la ciudad), situada a los pies de Table Mountain, sigue siendo en cierto modo una ciudad fantasma, aunque en la actualidad se están llevando a cabo proyectos de desarrollo y construcción. Muchos habitantes fueron trasladados a Cape Flats, una inhóspita zona barrida por los vientos que se ha convertido en un gueto con altos niveles de delincuencia. Hoy en día, el porcentaje de población negra que habita en los barrios más lujosos es todavía bajo, aunque algunos de los antiguos townships se están convirtiendo poco a poco en barrios de clase media debido a la mejora de las condiciones económicas.
No obstante, la naturaleza que rodea a Ciudad del Cabo es de una belleza incomparable. Al sur, las impolutas playas de la Península del Cabo están bordeadas por bellas poblaciones y mansiones que llegan hasta la hermosa reserva natural de Cape Point. Al este, se encuentra la misteriosa región de Overberg con sus llanuras, sus playas desiertas y las majestuosas montañas de Southern Cape. Al norte y al noroeste, la brumosa región de West Coast ofrece la austera belleza natural de la cordillera de Cedarberg y el verde valle de Ceres.
Muchos visitantes creen que el mejor momento para visitar Ciudad del Cabo es durante los meses de verano (diciembre-febrero), pero la región es atractiva durante todo el año. Los días de verano son largos y calurosos y las noches son suaves, pero esta temporada puede resultar también sofocante y todo está abarrotado de turistas, además de que existe la posibilidad de sufrir el legendario viento del sureste. Durante la primavera (septiembre-noviembre) se produce la floración, mientras que en el otoño predominan los días templados y brumosos. Durante el invierno (junio-agosto), a menudo frío y húmedo, se puede disfrutar de algunas semanas con tiempo cálido y despejado. En esta época, la ciudad tiene pocos turistas y todo está verde; los delfines y las ballenas se dejan ver en muchas de las pequeñas bahías de la línea costera y las cascadas, la atracción más espectacular de esta "temporada secreta", lanzan destellos plateados en su descenso por las paredes de las montañas.