Cracovia Guía de viaje
Acerca de Cracovia
Cracovia (Krakow), considerada desde hace tiempo como "la nueva Praga", es en la actualidad un consolidado destino turístico. En la temporada alta, la cuarta ciudad de Polonia se llena de excursiones con todo tipo de turistas y las innumerables cafeterías sacan sus mesas a la adoquinada plaza principal.
Durante todo el año, no es difícil ver porqué tantos turistas visitan la ciudad. Cracovia es una ciudad mágica. Ubicada en el sureste del país, entre las tierras altas del Jura y las montañas Tatra, en las orillas del río Vístula, contiene uno de los pueblos medievales mejor conservados de Europa. Las docenas de iglesias abarcan casi todos los periodos arquitectónicos y están rodeadas por monasterios y abadías que parecen transportar al visitante a las viejas páginas de una novela histórica.
La ciudad apenas ha cambiado desde las incursiones tártaras del siglo XIII, motivo por el que el casco antiguo se encuentra intacto y la UNESCO lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad. Construida en 1257, Rynek Glowny (plaza del Mercado) es una de las plazas medievales más grandes de Europa y contiene un notable conjunto de fachadas elegantes. Dominada por el Sukiennice o el Antiguo Mercado de los Paños del siglo XVI, aún es un lugar comercial con bulliciosos puestos callejeros y cafeterías en el edificio o en las zonas circundantes. En los alrededores de Stare Miasto (casco antiguo) hay un frondoso parque que sigue el trazado marcado por las murallas de la Casco antiguo. La gran colina de Wawel, al sur, alberga el Castillo de Wawel, lugar de residencia de los monarcas polacos desde el siglo XI al siglo XVII. Fue este el lugar donde en 1000 a.C. se estableció la diócesis de Cracovia; la Catedral sigue siendo la casa espiritual de Polonia.
Una zona que ha vivido una época muy dura es el barrio de Kazimierz. Durante siglos constituyó el foco de la cultura judía hasta que los nazis asesinaron y deportaron a muchos de los supervivientes al gueto de Podgorze, creado en tiempos de guerra junto al cercano campo de Auschwitz. Tras la II Guerra Mundial el barrio de Kazimierz estaba sumido en el olvido, hasta el estreno de La Lista de Schindler, que trajo una especie de renacimiento al barrio. La cultura judía de esta zona está en auge, con galerías de arte, restaurantes kosher y numerosos eventos culturales como los conciertos de Klezmer (véase Cultura).
No es difícil percatarse de la oferta y el atractivo cultural de Cracovia: una cuarta parte de los museos de Polonia se concentran aquí y además goza de una escena cultural única en el país. Con más de 100.000 estudiantes, Cracovia goza además de una magnífica vida nocturna, al margen de la actividad turística.
El clima de Cracovia es típicamente continental, los inviernos son muy fríos y la primavera y el otoño son más frescos. En realidad 'fresco' es un adjetivo optimista muy utilizado por los lugareños para hacer referencia a un frío más soportable. Las laberínticas bodegas del casco antiguo son un lugar ideal para refugiarse del frío del invierno. Sin embargo, cuando llega el verano, las mesas de las cafeterías abarrotan la plaza principal y las calles se llenan de gente dispuesta a relajarse y disfrutar de las largas y cálidas noches.
El número de turistas de Cracovia ha aumentado de manera notable durante los últimos años, en parte gracias a la agilización del proceso para obtener visados y también por la cobertura de los medios internacionales que recibió la ciudad con la adhesión de Polonia a la UE en mayo de 2004.